Este taller es un proyecto de colaboración entre las profesoras Belén Llamas y Regina Gabilondo de segundo ciclo de primaria y bachillerato, y Blanca Mora Calderón, madre de tres hijos del colegio. Como arquitecta municipal ha tenido que comprobar muchas veces el grado de accesibilidad de los edificios. Además pertenece a la Asociación Fe y Luz, donde entró por casualidad y descubrió el valor de las personas con discapaciadad intelectual. Aprendió con ellas valores como la autenticidad, la amistad verdadera y el esfuerzo.
El taller contará con dos partes.
En la primera se explicará el concepto de accesibilidad universal, destacando lo necesario que es adaptar los edificios para que puedan ser utilizados por todas las personas y dando algunas pinceladas sobre los aspectos técnicos de obligado cumplimiento.
Han comenzado hablando de los derechos fundamentales de las personas, que se materializan en el soporte de edificios en la ciudad, y que afectan a todas las personas, sean cuales sean sus capacidades. Por eso, es obligación de toda la sociedad adaptar los edificios, las calles, los medios de transporte…etc para que todas las personas puedan acceder a ellos de forma cómoda, segura y eficiente.
Después han reflexionado sobre las barreras arquitectónicas de los edificios, buscando ejemplos concretos y cercanos para ellos. Han hablado de las condiciones que deben tener una rampa, un ascensor y un aseo para poder ser utilizado por una persona con movilidad reducida.
También se han imaginado ser invidentes y tener que moverse por la ciudad.
Para valorar las dificultades a las que se enfrentan, ha dibujado con su mano zurda, también con los ojos cerrados e incluso con la boca.
La segunda parte consistió en una puesta en práctica de lo aprendido en la primera y en ella se analizó el colegio. Los alumnos recorrieron el edificio utilizando sillas de ruedas y otras ayudas técnicas como bastones podotáctiles para invidentes. Lo realizaron de la mano de sus profesoras del área de ciencias, Belén Llamas y Regina Gabilondo para descubrir por sí mismos las dificultades de uso que tienen las personas con discapacidad.
El taller, más allá de ser explicativo, se muestra como una oportunidad para que ellos sientan en primera persona, como es su día a día.
